Ojito...

Ojito...

No dejen de mirar esas caritas de los niños, ahora ya adultos, por Dios...

domingo, 15 de enero de 2012

Marcha del campo...













http://www.youtube.com/watch?v=802nkG0dH7E (Tema del campo, lo escucho y aún me emociono, qué belleza, por dios...)


       Esta historia ocurrió en la época de las marchas del campo, ahhhh, eso sí que fue placer en el espacio – tiempo de mi vida. Me había llevado a capi una pancarta hecha con un pedazo de cortina larga, como de 300 m, que decía Bahía Blanca presente, apoya al campo, con dos palos de escoba, una lady, juas. Ni se imaginan lo que fue llevar eso en el colectivo, más el bolso gigante de mano y mi bolso con rueditas valija…, una pinturita surrealista, juas.

    Al principio, como no conseguí el hotel de siempre, tuve que parar en uno cerca de la Casa Rosada, (me toco una teta, ja), a una cuadra por Av. De Mayo, económico y lindo. Así que el mismo día que llegué a baires, me fui a tomar sol a Plaza de Mayo, mientras les contaba a mis amigas de mi itinerario. Ergo, me tiré en el pasto, con carita de felicidad entregándome por entera al febo. Minutos después, sentí algo que se apoyaba detrás de mí, me doy vuelta, y era un perro de la calle que había tenido el mismo pensamiento que yo, ja, pero sobre mis espaldas… Como me suele pasar, fue como si nos conociéramos desde siempre, le dí unos mimos, y seguimos tomando rayitos dorados juntos. Hasta que el rope se aburrió, y fue por agua, hasta perderse entre las plantas…

     Me dormí una horita de siesta anticipada en el hotel, y luego, me preparé para la marcha, que era en Palermo. Así que me fui caminando cargada con todos mis bártulos hasta allá. Guauuuu, me sentía una heroína del campo, sin haberlo tenido nunca, la Patria grande se henchía dentro de mi pecho apasionado que latía a la par de mis precipitados pasos.

      Llegué temprano, por suerte, para conseguir lugar al lado de la reja de hierro que nos separaba del VIP. Me comuniqué por mensaje de texto con varios conocidos de Bahía, quienes me decían: Estamos acá, al lado de la antena con un gorro azul, cuando había 340 antenas y personas con gorros azules… 

   En fin, me quedé esperando hacer migas con alguien para desplegar mi “maravilloso” cartel “made in home” (de la chacra asfaltada), pintado con aerosol, hasta que me di cuenta que la cosa estaba rebosante de personas, no se podía ni hablar ni escuchar por celular de la cantidad de gente que había. Así que comencé a charlar con chicos y chicas aledaños, algunas pesaditas ja, que te patoteaban por el lugar, el que siempre mantuve impoluto. Al rato aparecieron algunos gavilanes al acecho, obvio que me hice bastante la boluda, pero bueno, al final, cuando dijeron de ayudarme a extender la pancarta, acepté darles algo de bola, ja ja.  Aclaro que se me cagaron de risa todos por la cortina tipo tul escrita, me preguntaban si era de un vestido de novia, juas, a lo que ni hice caso, porque no escucho pelotudeces crónicas, ja ja. Así que con un tipo al lado que me sostenía el palo de la pancarta, (bastante bueno estaba), hasta el otro a como 5 m de distancia, que agarraba la otra punta, me quedé con mis manitas libres todo el tiempo, disfrutando de tal evento multitudinario. Y que conste que cuando empezó el locutor a narrar las presencias de los lugares del interior, leyeron el mío y no el de los del campo de Bahía que también habían llevado, tomen, mierdas, juasssssss.

     En fin, todo estaba genial, apretados, pero contentos. La cosa fue que el de al lado que sostenía mi pancarta (ni recuerdo el nombre de pila), me empezó a tirar honda bien, simpático, era de un pueblo del interior también. Yo le seguí la corriente, afables ambos. Pero fue tanta la joda y los diálogos entretenidos de ambos, que todos los de alrededor, seguían nuestra charla como la de una novela, juassss. Así que gritando como locos por el campo, intentando conseguir bebidas, porque hacía bastante calor y estábamos bajo el sol, nos pasamos hablando con ironía, y obviamente, me invitó a salir, aunque yo dejé la respuesta en un suspenso interesante...
    Pero el mello principal ocurrió, cuando un amigote de él que estaba dentro de la reja, lo llamó diciéndole, veníte para acá… Y este pelotudo le dijo ya voy, y se fue, o sea, a la mierda mi presencia, diálogos, cartel, salida y todo lo siguiente, ja. Imagínense cómo habrá sido, que los de alrededor empezaron a gritarle: H. de puta te la chamullaste todo el tiempo y ahora te vas con los tipos importantes, ajaaaaaaa. Yo también le decía de todo: Así son los hombres, como todos, quieren fifar y no se la bancan, te dejan abandonada detrás de una reja con el vestidito de novia de tul, ja ja. Todo mitad en joda, mitad en serio. Las minas, obvio, estaban de mi lado, pero varios tipos, también. El flaco nos miraba y no sabía ni qué joracas decir, pero al toque me sonrió, guiñó un ojo, y dijo: En un rato te vengo a buscar…
  Ajaaaaa, gritaron todos juntos, mentiroso de merde, qué vas a venir a buscarla, cobarde, ja ja, de todo… Yo me quedé recaliente, pero diciéndome, si este pelotudo pasó al VIP, yo no me voy a quedar atrás…

     Bue, seguí vivando a full por un rato más, hasta que este mismo pelotudo, que su nombre, insisto, no recuerdo, volvió a buscarme, ja ja, claro, ya casi había terminado el evento… Cuando lo vieron aparecer, antes que yo, me dijeron: Ahí está, volvió, y le siguieron diciendo de todo ja ja: Ahora volves cuando ya casi se acabó la fiesta… Y algunas mujeres más grandes, decían: Aysss, te vino a buscar, qué romántico, juasssssss.  

       Así que me hicieron pisar la parte de debajo de la reja, pero con pollera no podía trepar mucho, ya que nos llegaba hasta la altura de la cara, maso. Entonces uno de atrás, que ni conocía, obvio, me empujó del orto, (pidiéndome permiso antes), y me hizo pasar casi volado para el otro lado, ja ja. Así llegué a la zona VIP, caída como del cielo, arreglándome la ropa, y con este zángano de acompañante, cuando me hubiera encantado aparecer solita, ya que estaba todo el mundo, artistas, políticos, además de Alfredito y compañía, que eran los más importantes e interesantes en ese momento. Me morfé helado y divertí a lo loco, hablando y viendo a varios conocidos, entre piquito y piquito, de la manito del tipo, aunque después de finalizado el acto, vendría la cruda realidad, porque este boludo querría ponerla.

   Nos fuimos yendo entonces, por suerte, todo ocurrió genial, no hubo embotellamientos de ningún tipo, tranqui. Subimos a su coche, y nos fuimos a dar una vuelta. Aclaro que estábamos ahí desde las dos de la tarde, y ya eran como las 10 y pico de la noche, parados todo el tiempo… Así que nos comimos una pizza, hablamos bastante, luego me compró chocolates (se ve que quería engordar a la chancha para embocarla luego, juasssss), y caminamos hasta llegar cerca del hotel, donde le había dicho que no estaría con él, porque ni lo conocía…, bueno sí, un beso es otra cosa y no se le niega a nadie, ja ja.

     Estuvimos girando como dos horas, él, pidiéndome pasar la noche conmigo, yo, inventando más excusas para que ello no ocurriera ni ocurriese… Y bueno, gané yo, pero resultó ser tan pelotudo, que encima de pesado, me echó en cara que había pagado la cena: LA CENA: una pizza de mierda que morfaba siempre, ja ja.  Eso me desató un odio terminal, del que creo se dio cuenta, y antes de finalizar hecho brochet, prefirió perder.  

       Ergo, cada uno se fue para su lado, él, recontracaliente mal, y yo, livianita de cuerpo a comerme una copa helada en la peatonal Florida, a la vuelta del hotel…

        Conclusión, nunca me he vendido por nada ni nadie, es algo que no soporto, si quiero coger, cojo, pero a cambio de nada o de amor, y si no quiero fifar, por más que me den un brillante o una roñosa pizza, digo que NO. ¿Histeriqueo? Un poco, pero siempre, con la frente bien alta, ja ja…, Ana C.

 PD: Esa marcha del campo, junto a otra, la del “No positivo” y cacerolazos  varios que ya contaré, fueron una de las mejores cosas que me ocurrieron en la vida. Nada las pudo opacar, ni siquiera, un miserable macho, ja ja.



domingo, 8 de enero de 2012

De velatorios...






          El velatorio de mi viejo, hace como 17 años, fue tragicómico, bue,  más trágico que cómico, pero igual ironicé bastante con el tema…

     Empezó con una pelea fuerte entre el tipo de la casa mortuoria y mi persona, porque mi vieja no encontraba el último recibo pago, y no lo querían aceptar… Ahhh, para qué, le dije de todo al empleado, hasta que me paré como para cagarlo a trompadas, por h de mil putas delincuente, menos mal que una de mis amigas me frenó diciéndome: Bueno, no importa, calmate, vamos para el otro salón, ja… 

   Luego de solucionado el tema velatorio, tuve que ir a ver los joncas… Obvio, como en el de mi vieja, de una quería el que entraba por la mutual de los docs…, pero no me dejaban ponerle el traje que le había llevado, así que le dije: Para ponerle la mierdita esa blanca tipo camisón con la que parecen todos putos, mejor déjelo desnudo… Ergo, el tipo se dio cuenta que le tendría que poner el traje…

    También tuve que lidiar con las coronas, caras y horribles, para mí, a las que le dije que NO, con ganas, y me fui en frente a comprar flores silvestres, que me encantan.

         Después, nos fuimos con mi vieja y amigas a tomar un café ahí mismo, en el bar, mientras veíamos pasar la camilla con mi viejo tapado con una sábana blanca por delante de nuestros ojitos… “Nunca menos”…

      Adentro, yo estaba con mi pareja – amante, al igual que una amiga mía, y lo peor fue, que ellos también llevaron el cajón, junto al médico que lo opero a mi papá (que eran colegas y amigos). Cuando vi semejante escena, dije riéndome: Ah, mirá vos, nuestros amantes y el doc que lo operó llevando el cadáver, ¿No es irónico…? Sin darme cuenta que la esposa del otro médico estaba a mi lado mirándome como diciendo, tas chapita mal, ja…

  Luego pude conseguir al cura que me daba clase en la UNI, lo llamé desde la misma casa velatoria, y por suerte, encontré, un divino total… Y recuerdo también, que llamé desde ahí al programa del Negro Guerrero y se lo comenté, hablaba siempre con él, en Red de Noticias, casi todas las madrugadas… Lo comentaron al aire en el programa.

       A eso de las 3 de la matina, cuando ya quedábamos mi vieja y yo solas, la imagen era para Fellini: Ella rezando y morfando chocolate al lado del cajón, y yo, tirada en un sillón comiendo masitas dulces… Hasta que minutos después, se cortó la puta luz, aysssss, qué miedito tenía, ja, ya lo veía levitar al viejo. Encima, los taraditos del lugar, como parecía que no había nadie, cerraron la puerta del salón por afuera con llave, diossssss, yo a los gritos: Estamos acá adentro, pelotudos ja ja… Al rato se dieron cuenta y vinieron con luces alternativas, por favor, qué desastre fue todo.

       Y a la mañana, para rematarla, entra una de mis tías, ya fallecida, la del complejo de Rockefeller, con brich, botas y lentes ahumados oscuros con ribetes blancos, parecía Jhonny Tolengo en versión fashion, ja ja. Todos se la quedaron mirando, no era para menos, con sus dos hijos detrás. Mi vieja casi se desmaya, por dios, yo, ni la saludé de la vergüenza y en un velatorio…
  
       En fin, fue una jornada larga y dura, que intenté tomármela con la mejor cara, aunque me haya llorado todo igual. Eso sí, aún sigue en el cementerio parque privado, porque si no pagas como 3000$ no te lo dejan sacar, o sea, tengo a papi de rehén en el prestigioso cementerio de estos chorros que prefiero no mencionar, por ahora… Así estamos…, Ana C.


     


viernes, 6 de enero de 2012

Anécdota sobre los Pomar de mi vieja...

  
   Cuando mi vieja estaba mal, con ACV hemorrágico, casi un vegetal internada, sin tele ni radio ni nada, decía en media lengua, casi no podía hablar, que soñaba con sus padres (ya muertos), con mi viejo (ya muerto) y demás, que la llevaban por un campo de flores o la venían a visitar. Obvio que cuando uno está en ese estado, ya más allá del bien y del mal, entra como en otro mundo paralelo, es lo que yo creo. 

  A mí me reconocía, pero, estaba muy mal. Hablaba con monosílabos o en otros idiomas, porque ella era profesora particular de inglés y francés, o sea, mezclaba todas las lenguas del quilombo en el mate que tenía.
 Un día estábamos agarradas de las manos, la única que ella podía mover, la izquierda, y me dice mal, pero decorrido, con cara de preocupación: “Esos que buscan, están todos muertos… Me quedé muda mirándola, le pregunto: ¿A la familia del auto perdida, los Pomar? Y me responde: “Sí…, todos muertos…” Imagínense, era justo en esa época donde estaban todos buscándolos, no sabía qué decir, no lo podía creer…
  A los dos o tres días, tuvimos que internarla nuevamente en el hospital. Cuando pedí alquilar una tele, al chico que siempre la traía, me dice:  Encontraron a los Pomar, muertos… Les juro que me quedé helada… Pero estoy segura que en ese estado terminal, uno ve todo más allá de lo real, no tengo dudas de eso, y con mi vieja, lo terminé de confirmar… Un tema, más que interesante para investigar, Ana C.