En esa época, (hace 15 años), estudiaba teatro y salía con alguien bastante más grande que yo. Rajes que una tiene en las distintas etapas de la vida. Divertido, aunque, superficial.
La cosa fue, que una siesta, después de los menesteres que se suelen hacer en la cama, nos habíamos quedado hablando, tendidos sobre la misma. Pasados unos minutos, dije:
- Me voy a bañar. Uys, y tengo que depilarme… (léase, afeitarme)
Él realizó una mueca simpática y me sugirió:
- ¿Queres que lo haga yo?
- No, paso…
- Dale, no me cuesta nada…
- No me gusta, me da vergüenza…, volví a decir
- ¿Pero por qué…? No, yo te afeito, mientras iba al baño a buscar agua caliente en una palangana que ni siquiera sabía que tenía
Y bue, si el señor estaba tan ansioso por hacerlo, que lo hiciese…
Cuando regresó cargado con todos los bártulos, más el jabón y la afeitadora (Track, no sé qué número), me abrí levemente de piernas y él comenzó con su ardua tarea existencial, a navegar sobre mis pantorrillas. Por suerte, el agua estaba medianamente calentita y sus manos, no eran temblorosas...
En esos mismos instantes, el teléfono nos interrumpió. Y, como si nada, empecé a hablar con una compañera de teatro, alejada de todo mí alrededor, mientras, el señor, continuaba pasando la maquinita por todos los wines de mis gambas. Tanto así fue, que los minutos se fueron convirtiendo en horas, entre risas y carcajadas, que me hicieron olvidar de la cruda realidad que se estaba gestando, a la vez que lo veía llegar hasta el mismísimo bello púbico, que aún restaba, del Monte de Venus. Mis piernas, para ese entonces, ya estaban tan relajadas, que se habían convertido en una "V" grande, al mejor estilo de cualquier contorsionista. Me di cuenta de tal situación, cuando empecé a ver ese gesto de sorna que se le configuraba en el rostro, mientras limpiaba la track dentro del agua de la palangana y me decía:
- Menos mal que dijiste que eras tímida…
Demás está decir que mi grito-carcajada se propagó por todo el barrio, pero no fue el último, ya que luego me mostró el jabón impregnado de pelos, preguntándome:
- ¿Al jabón también lo tengo que afeitar?
Creo que fue una de las pocas veces que me reí tanto, a la par de mi amiga al fono, que entendía la mitad de lo ocurrido, que le iba relatando...
En fin, la vida conyugal que le dicen. Bueno, che, tampoco es que me dejo afeitar por cualquiera, no sean mal pensados…, Ana C.
seria una relacion muy especial,mi marido no me ve ni en pedo cuando me depilo,el baño es mio en ese momento.nooo me muero de verguenza jajaj!!!barbaro el relato jajajajaj!! lili brito
ResponderEliminarJa ja, es que no me importaba demasiado juas, besitos y gracias
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ResponderEliminarAl lado tenés la promo de Depilación Definitiva, Depilación Laser... Jejeje... Como siempre cruzando la línea. Tu estilo es ir más allá... Disfruto al leer tus "cosas". A la espera del próximo. Labellucci
ResponderEliminarReconozco que si veo un solo pelito, por mas chiquito que sea, se me baja el grado de excitacion, y hasta pierdo romanticismo. Pero tambien debo decir, que seria una experiencia nueva e imaginaria hacerlo.
ResponderEliminarBy @aleeeferrari
Ja ja, tenes razón, aguante la depilación definitiva juas, besos
ResponderEliminarJa ja ja, gracias Ale, comparto juas, beso
Me hiciste morir de risa!! locaaaaaa!!!! ni mamada dejo que me vean los pelos jajajaa
ResponderEliminarJuassssss, me alegro entonces, un besito y gracias
ResponderEliminarJAJAJAJAJA LOCA TOTALLLLLLL YO ME MUERO LAS VECES QUE HE DICHO NO POR NO ESTAR DEPILADA JAJAJAJ TE ANIMAS A TODO
ResponderEliminarJuasssssss, no tengo cara ja ja, besitos y gracias
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